En la segunda mitad del siglo diecinueve, don Andrés Brugal Montaner, ciudadano español que había emigrado a Santiago de Cuba, decidió trasladarse hacia la República Dominicana y establecerse definitivamente en Puerto Plata, una hermosa ciudad costera situada al norte del país.
Don Andrés había hecho experiencia con la fabricación de ron en el oriente cubano y con esa experiencia fundó a Brugal & Co. en Puerto Plata.
Era el inicio de una larga tradición familiar. Don Andrés pasaba a ser, sin saberlo, el precursor del liderazgo empresarial en la sociedad dominicana.
Su filosofía de trabajo fue traspasada a las generaciones que le siguieron, convirtiéndose la misma en el eje espiritual que guía las acciones de la empresa en todas las áreas de desarrollo en que labora.